Sentí que me perdía en tu mirar,
por un instante deje de respirar
y me falto el aliento, enmudecí
mis labios, sin alguna palabra
poder pronunciar.
Me pregunte en el eco de su voz
quien es esa misteriosa mujer,
ese ángel que me pudo raptar
el corazón, cuyos fulgurantes
besos sin sentir mi boca, me hizo
anhelarte una vez más.
Déjame enredarme en el arcoíris
de tu pelo, déjame ser el viento
caprichoso que se empeña
en cabalgar sobre tu cabeza.
Déjame ser el agua que te cubre
en cada madrugada, y ese sol
que ilumina por la puerta
en cada alborada.
Déjame posar mis manos por
los senderos que caen sigilosos
hasta cubrir cada uno de tus hombros,
sentir tu humanidad que temblorosa
se niega a decirme no…..
Déjame contar las pequitas de tu rostro
que como hermosas estrellitas una a una
cubren ese firmamento, esa imagen
de una noche enamorada.
Deseo que le des la espalda
a tu pasado, que me tomes
en tus brazos y en perpetuo letargo
nos besemos sin importar un mañana….
sin elegir un futuro…