Yo, que siempre he vivido entre tinieblas,
en un bosque de incertidumbres lleno
en el que todo el ambiente huele a heno
y el viento más audaz pone las reglas.
Donde la vida no es lo que parece,
que aprender a morir es un oficio,
los sentidos son fuegos de artificio
y el tiempo cuando crece, más decrece.
Donde a conocer comienzas la verdad
y dudas de que la verdad exista
y creas que el estado de revista
en un acto de paciencia y de humildad.
En que pervivir igual es a matar
en permanente y lúgubre holocausto,
que aunque de reclamar quedes exhausto
es un desierto y nadie va a escuchar.
Que el caminar convierte en penitencia
hablando de la pena y el castigo
y esa rabia que ver causa un mendigo
se cura en un lavado de conciencia.
En este panorama tan incierto
¡qué quieren que les diga! Deducción,
(adelanto que es sólo mi impresión)
creo que eso es así pues dios se ha muerto.
©donaciano bueno.