La lluvia le hablaba al viendo frío
Porque no la arropaba en el estío;
Se juntaran sólidamente en amorío
De la mano al fin a la senda de un río.
Que volara con él dijo el viento sutil
Lo acompañara lujosa sin el desvío,
Su cristalino traje adornado para abril
Y nos vieran anegando los caminos.
¡Oh viento sin color de mar salino!
Nos visitaremos en la lumbre del candil
Apagaremos su llama de un soplido,
Elegancia y donaire movimiento gentil.
Así se esfumaron los dos de momento
Nadie vio como, pero notaron fértil
Como quedo mojado verde el campo
Alegría y risa de un ser humano infantil.