Afiné los oídos de mi alma y escuché mi conciencia que me hablaba.
Me encontraba al lado de la habitación donde se encontraba mi madre en su lecho, del cual difícilmente se levantará, aquejada de una fuerte depresión a sus noventa años.
Mi padre sentado al lado de su lecho mirando la televisión. Ejemplo de marido, de padre, de amigo y compañero.
El calor se hacia presente, solo un viejo ventilador a toda velocidad daba alivio a tan altas y húmedas temperaturas.
\"Hijo de la luz, constructor de tu futuro, caminante de mil caminos.
Tu mundo ya no es este que te rodea. Hace 31 años dejaste tu hogar, con tan solo 17 primaveras.
Una ilusión, un sueño perseguiste y alcanzaste.
Tus horizontes se alargaron en un viaje trasatlántico que te llevó a tierras lejanas donde ampliaste los conocimientos que afinaron tu ya vocación innata de dedicarle a los otros.
Noble corazón, impetuoso pecho, intuición sensible, luchador incansable. Este suelo que pisas te vio nacer y crecer entre dolor, alegría y sufrimiento.
Pronto descubriste que hay que luchar y, en ocasiones, más que vivir, sobrevivir. Miraste directamente a los ojos el desprecio y la no aceptación, abriéndote camino con tus propios méritos y con la ayuda de Dios.
Recuerda que la vida es una y corta. En plenitud ha de ser vivida. No temas, pequeña ovejuela, sigue el rumbo que se te está trazando y recuerda que hay oportunidades que solo se dan una vez en la vida.
Recuerda también que todos los que te rodean han hecho sus opciones fundamentales, sus opciones de vida. No te corresponde juzgarlas, como a ellos no le corresponde juzgar las tuyas. Críticas condenatorias se alzaran contra tu persona. Mira adelante, camina seguro, erguido, con la frente en alto, como quien va a ser juzgado solo por una ley, la del amor. Heraldo de la esperanza y de la misericordia siempre has sido. Recuerda que eres un hijo de la luz y como tal debes vivir. A tu lado tu ángel te sostiene y apoya.
Has saboreado los éxitos, has enfrentado las derrotas aprendiendo de ellas. Haz caído y te haz golpeado con tus límites y miserias, estando apunto de ahogarte en la conmiseración. Pero has podido renacer de tus cenizas, cual ave fénix de luz. Nunca te ha faltado una mano que se ha extendido para levantarte. Confía más en ti y en tus capacidades. Cierra puertas que aún te hacen regresar a tu pasado y verás cómo se abrirán portones cargados de futuro. Escúchame, delante tienes dos caminos, que muy bien conoces. Uno de la \"inseguridad\" (porque no la conoces) llena de plenitud, en donde la base fundamental es tu ser; otro el de la seguridad limitada y limitante, en donde la base es ser lo que otros esperan de ti. ¡Escoge!\".
Poco a poco se hace presente la noche del trópico, al lado estoy del impetuoso río Orinoco, en su Delta, en la casa que me vio nacer. Aquí estoy conmigo mismo, con mi conciencia, con una sensación de paz y tranquilidad interior, producto de la opción ya hecha.
Solo vuela quien se arriesga y salta al vacío.