HABLANDO DE ELLA
Hablo de Ella,
como si siempre
hubiese estado en mi pensamiento,
-alojada en el sitio
donde existe el antes del comienzo-
y de pronto despertara
y escapara de su propio
anonimato
Hablo de su apariencia,
árbol de imágenes etéreas
que son flores, frutos y actos
donde mi mirada choca, ondea,
y se enreda entre sus ramas
provocándome relámpagos
Hablo de su voz,
ave de alas transparentes
que viaja distancias inasibles
y se posa sobre mis oídos
y sus aleteos gorgorean
como destellos de luz
sobre un estanque
Hablo de cómo
el arcoíris que vive en su cuerpo
le emerge por los labios
y por las aristas de sus veinte dedos,
y a sus movimientos
se reinventan los colores
Hablo de sus pupilas
que son como dos gotas de noche
flotando en la superficie del mar
donde el tiempo no se mueve
ni se gasta, ni se descompone
Hablo de que a veces
se viste de aire
y se desviste de música
ante mis ojos
y se acerca y se aleja
en las horas vivas
y luego se disipa
sin dejar evidencia
Hablo de Ella,
de cómo hace
desmemoriarme de la vida,
de cómo la invento, la contemplo,
la evoco y luego la olvido:
todo, en un mismo día