Jugar, platicar y bromear...
Era cosa de todos los días,
Perdíamos la noción del tiempo, cuando estábamos juntos,
Solíamos pasar horas en los columpios,
Aun siendo niños, tú me protegías de los demás.
Los años fueron pasando,
Sin importar los cambios, tú seguías a mi lado,
Es algo tan confuso que no se puede describir,
Mi cariño hacia ti había cambiado,
Era algo tan inmenso, casi inexplicable.
Sabías mis secretos,
Me conocías, al revés y al derecho,
Tú ya no querías ser mi amigo,
Si no, algo mas que eso.
Un día de verano igual a los demás,
En ese parque donde aquellos niños siempre estaban,
Ya adultos, nuevamente llegaron a ese lugar,
Después de largas horas de platicar,
Se miraron tiernamente...
Y se besaron sin pensar en los demás.