Es hora de callarme, ahogarme en las palabras que ya no podré contarte, arrastrarme entre silencios interminables, no se si lees, entonces para qué contar, con esto me arriesgo a olvidar que alguien en una unión me lleve al altar, pero te toca hablar,contarme cómo ves tú la vida pasar,y si esperas algo, dime si merece la pena esperar, cuenta tú, haz que se paren las horas, los dos juntos, a solas, si es así quizá al fín escuchemos las olas, tirados en la playa sin farolas, sin tener que decir una palabra porque ya las sabemos todas, si callas y enamoras, imagino tu voz en mi vacío, que se llena enseguida como un desafío, tono límpio de tu alma que me incomoda su aparente calma, pues con tan poco en la aurora se nubla la esperanza, es cuando digo, que cuente él, que lo sabe hacer para que no le borres del corazón de tu memoria, y si no... ya sabes lo que es perderte en una locura transitoria que no tiene ni cura, ni escapatoria, una línea divisoria entre lo real y la mentira, que por mucho que me empeñe difícil que me leas, que conozcas esta vida, ya no creo en almas gemelas, solamente en almas perdidas, que se rozan una vez en la vida y no hay vuelta atrás después de una despedida, realidad intensiva o sólo una ficción suicida de mi corazón con esta herida, pues tengo la visión de que una conexión que no controlamos tiene la razón por la que así estamos, por eso cuenta tú lo que quieres que hagamos.