Tenia puesto su vestido amarillo
bien planchado especialmente
para citas importantes,
un lazo bonito de seda amarilla
adornaba sus trenzas rubias
Me dijo que iba a encontrar con ella misma,
quería estar a solas para recoger sus pensamientos,
asentí con la cabeza sin preguntar el porqué,
me quedé solo buscando un motivo
Seguí su partida con mis ojos,
ni siquiera un adiós con la mano como despedida,
antes de confundirse en un campo amarillo de semillas de colza
y desapareció