Hacer el amor contigo,
es dulce e incomparable,
tu cuerpo y el mío,
uno solo son,
entrelazados de pasión,
compartiendo una
misma piel,
sintiendo el mismo calor.
Hacer el amor contigo,
no tiene comparación,
los dos hasta el cielo,
sin alas, sin opción,
sintiendo simplemente,
dejando todo a la
imaginación.
Un solo cuerpo,
fundidos por la pasión,
solos en el mundo,
nadie más entre los dos.
Tu y yo, haciendo el amor,
ante Dios, nuestro creador,
nuestra piel , alma, corazón,
fundidos en el ser,
hablando con las caricias
y la sed de beber, la savia
de nuestros cuerpos,
sin límites de ser.
Ma. Marisol