Encadéname en el umbral de tu amor para no despegarme nunca de ti
mi bella mujer de los sueños livianos entre rosas y el calor del tiempo,
te espero siempre envuelto con el recuerdo de esos momentos llenos
de pasión con tu cuerpo invadiendo mi mente para solo sanar vacíos amargos…
Lléname de esas caricias suaves al nivel de tus hombros moldeados
como la seda que cubre tu alma apasionada y mojada de sudores tiernos,
para solo sentir el estremecimiento abrupto de tu corazón salvaje
pero muy sereno y dulce en el amor de canciones libres…
Zumbidos extensos llenan mis oídos por el soplido de tu boca
que refresca mis labios entre esas esperas intranquilas deseosas,
de susurros dulces de esas tardes de sol ardiente entre los brillos
de dos ojos que se adueñan de los amoríos bellos y besos ardientes…
RIVAS JOSE