Dónde habrá quedado aquél mutismo...
Que al llegar, tembloroso me hablaba.
Era sólo encargo del
cinismo
que mutado, en reproches cortaba.
Dónde quedó mi querida aurora,
!guerra de insomnios en el
ocaso ¡
y aquellas madrugadas
cantoras
cómplices del nocturno
fracaso.
Dónde,ahora,se levanta aquél sol
que astuto no apagaba su
luz,
que indigente perdía su control
y lanzaba rayos al
trasluz...
Y en los días de lluvia
calmada...
Dónde, el barro de mi
caminar
volverá a ser huella
mojada
impresa en el suelo de un
hogar...
Por qué, ahora mi orgullo
caído...
Mi fe, el alma fuerte de
antaño,
el libertador terne y
escondido
que paseaba tras el
desengaño.
Perpetuas todas las horas
luego
en este paraiso de
calores,
una promesa de aire y de fuego
que me hizo morir con los
amores...
! El reloj del tiempo me
provoca ¡
!Insaciable me empuja a
vivir ¡
Y yo se que sol que se derroca,
ese, jamás vuelve a
salir...