-Perdido-
Dónde
ha caído
la voz,
donde me encuentro,
al fondo
de la garganta,
retenido
escuchando
el poder
de las sombras,
en la lejanía
donde todo se hace ruinas,
en éstos escombros,
donde me derrumbó el cuerpo
en la sigla perenne de mi ausencia
en ese guión terrible
que acota mis latidos apagados
de sombría perturbación, sacudiendo la flema desenfrenada
de mi austeridad, escrutando las entrañas
hasta desgarrar los sentidos,
aquí
-dondé- lo he perdido todo,
el aliento fraguado en azufre
en ésas noches noctámbulas...,
sonámbulas en el frenesí encofrado en una voz pusilánime
implorando el descanso enloquecedor de la psicosis entrante
de esos ángeles que cortan sus alas ante el arte de volar
a su caída imposible de evitar...,
se escuchan a lo lejos, persiguiendo las huellas que he vomitado de mis pies invisibles...,
donde ni siquiera me he trasladado
donde no he comido el maná
ésas migajas desnudas de sus labios
entorpeciendo el suave retrato carcomido por los años
expuestos ante la luz pódrida de los eventos tartamudos del deseo
entre esos nerviosos azotes relámpagos
escuchados desde el músculo viril
donde me encorvo la pasión
hasta perpetrar la angustia de exiliar la aguda voz
en un chillido imitando al viento secuestrado por las lágrimas del silencio
donde se han caído los reyes sin reino
en ése orgullo estúpido del deseo perdedor de quitar el aliento
por la ensordecedora
persuación
del amor
inquietante
de la alquimia
de mariposas
quebradas
en hadas
encerradas
en esa oscuridad
de luciérnagas
que levitan
en ése luto
inexplicable
de la muerte
retratada
en una noche
desnuda
ante
el sentimiento violado
por el tacto incauto de los muertos...