Desde mi pequeñez los miro
hermanos mortales y pequeños
desde las verdades ineludibles
que creo conocer
más allá de los relatos y esperanzas
y les miro nadando en un mar de estrellas
en la vorágine del tiempo y el azar
les veo como lucecitas
que se pierden en la oscuridad
y mi visión es grandiosa
las chispas semejan estrellas
luces que se aferran
pero se desvanecen en el vacío
unas despiertan, otras aún duermen
el viento les lleva y les dispersa
unas buscan el fuego madre
en vano, pues el universo agoniza
otras descansan en la inconciencia
esperando ser consumidas
mientras un helado viento las empuja
hacia el cruel misterio de ceniza
y despierto, despierto
solo para darme cuenta
que la soledad yace a mi derredor.