Iluso es el hombre aquel
que para evitar lo viejo
hace ripios el espejo
colgado en el anaquel.
Iluso quien piensa en el
remedio con esa fuga,
y quiere como la oruga
convertirse en mariposa
cuando la vejez lo acosa
con el surco de una arruga.
Iluso es el hombre aquel
que alimenta al perro extraño
y víctima de su engaño
piensa le será muy fiel.
Iluso quien da al lebrel
el bocado de ese sueño.
Y colgado del empeño
de hacerle leal, servil,
le descubre un gesto hostil
cuando se va con su dueño.
Iluso es el hombre aquel
que imagina una riqueza
aliviando su pobreza
y la miseria tan cruel.
Iluso quien sueña un fiel
período de abundancia,
porque es mucha la distancia
entre el que tiene y no tiene
y una riqueza no viene
de la honesta circunstancia.
Iluso es el hombre aquel
que sueña un mundo cambiante
sin descubrir al tunante
que dramatiza un papel.
Iluso el que sigue fiel
a una doctrina gastada,
ignorando de en que cada
tramo de ideología
se esconde la hipocresía
con su verdad simulada.