C uando llegaste a este mundo mi alma se recogió,
A mor sublime y eterno de mi corazón broto
T us manitas muy pequeñas me agarraron con firmeza,
A nidando en tus ojitos dos luceros dos estrellas
L as mejillas sonrosadas se asomaban cual cerezas,
I ndicando tu hermosura y tus gestos de nobleza
N unca dejes de ser tu, mi pequeña encantadora
A legrandole los días a tu papi que te adora
amor de mi vida razón de todos mis sueños
tu serás siempre mi niña aunque pase mucho tiempo
Humberto Barba