Idos de las temibles y salientes
tonsuras de este mundo faraónico,
y que tasca trajines murïentes
en la sombra de un despertar agónico.
Así; todos se irán canturreando
de circunfleja Religión aciaga,
y desde una jauría irán llorando
penares que se engendran en tu llaga.
Entonces llorarás a cien mil lloros
y queriendo volver de sufrimientos
resbalarán de brillos esos oros;
que en tu pupila engendran sentimientos.
Y por eso, Idos; ¡ya! de la violenta
metafísica inédita en lamentos.
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David John Morales Arriola.