Es posible cambiar tantas cosas
con sólo empezar a mirar distinto.
Cambiemos la mirada que damos
a quienes son nuestros vecinos.
Y tal vez eso ya cambie el modo
de entender el barrio, el país chico.
Cambiemos la forma de mirar
el destino y tal vez eso nos dé
la oportunidad de hacer mejor
nuestra marcha por el camino.
Cambiemos la mirada al cielo,
y podría ser que Dios nos ofrezca
una esperanza nueva o nos regale
un arco iris de suave terciopelo.
Cambiemos, pues, la mirada,
que está en nuestros ojos ver
lo más bello y mejor de cada ser
y será esta una batalla ganada.
Cambiemos el modo de mirar,
cambiemos, cambiemos la mirada