No es tu culpa porque se figura mía.
No es tu error porque ya lo he aceptado...
Fué como un derrumbe de todo, como una tormentosa niebla que devastaba...
Pero es justo que sepas que mi tristeza sólo anhelaba tu regreso.
La razón sólo se mantenía por una ligera brisa que resonaba; la esperanza.
Los ángeles bajaron cada noche para verme sufrir, y se burlaron.
Mi corazón siempre te había pertenecido. No te tomaste la molestia de envolverlo en un \"quizá\". Lo dejaste tirado en nuestro camino, aquel que sin pasar el tiempo recuerdo y lloro.
Para que intentar querer algo inhóspito y absurdo, si ya la posibilidad se pierde en el incesante cielo.
¿Qué se siente ser la seductora de mi nostalgia?
Eres la amenaza de mis desvelos y la hilarante estrella en mis andanzas.
Aunque quizá debas sentirte orgullosa de tu razón. Ya que por ti acepté que no es tu culpa, si no mía por no dejar que exista entre nosotros el punto exacto.
Y ahora comprendo que no es malo ser amado porque...
Estoy solo, completamente solo.
Es difícil vivir desalineado.
Antes de empezar con la primera línea de otro poema sin sentido, pienso en darte un beso y nuevamente hundirte en la espera...