Es como cáncer del alma, Es muy voraz destrucción,
Veneno en el corazón, Destructora de la calma;
No te dejes derrotar Por esta enemiga fiera;
Al más sobrio desespera, Al más fuerte hace temblar;
Es ansiedad, es locura, Es angustia, depresión,
Gusano de la aflicción Que la muerte nos apura;
A los viejos los agota, Parásito despiadado,
Los enfrenta a su triste hado Y sus órganos explota;
Tú debes de controlarla Con alguna ocupación,
Es vacuna toda acción Para poder derrotarla;
No permitas que te invada, Nunca la dejes crecer,
Es la cicuta del ser, Es la más aguda espada;
Tal parece que es aborto De la civilización,
Le llaman hipertensión: Nuevo y cruel camino corto;
Nos invade por la boca Y también por la nariz:
Humanidad infeliz Con su ritmo se desboca;
Su raíz es el dinero, Esa globalización
Que genera explotación Y el vivir, cual prisionero;
Si tú quieres libertad, Procura sabiduría,
Mantén siempre la armonía Y desvela su verdad…