Edmundo Rodriguez

Y NUNCA ESTOY SOLO

Una suave lluvia , 

acariciaba mi rostro , 

que al cielo observaba , 

mi vista  estaba dispuesta ,

a recibir el mensaje .

 

Este no tardó , un rostro , 

percibía mi corazón , y en 

sus labios , un arco iris 

distinguí , que se extendía , 

más allá , del alcance de mi sentido . 

 

Era yo , que hacía verter , desde 

mi corazón , los colores , tan claros , 

como mi sentir . 

 

Y este sentir , era la presencia en 

mi aliento , de Él , de mi Señor , 

el cual nunca me deja solo .