Si queremos que el barrio, la sociedad cambie, debemos empezar por nosotros mismos. Dejar de ver lo que otros hacen y fijarnos en cómo nosotros estamos y qué nosotros hacemos, para poder ser ejemplos para quienes nos rodean, primeramente a los que más amas. Examínate, no mires la paja en el ojo de tu hermano si tu tienes una viga en el tuyo. Sé parte del cambio cambiando también tú... Dios te bendiga...