Ellas llegaron,
de repente,
como si me buscasen,
hace tanto tiempo.
Caminaron discretas
entre montes y horizontes
atravesaron portales,
entre risas y liquidos.
Y yo, en medio de rayos,
abrí mis sentidos.
Me perdi.
Y allí me quedé, hechizada.
Tocó canciones.
Los deseos se mezclaron
al aroma
invadiendo lugares.
Pensé que fuese un Angel
de digitales palpables.
Me puse fuera de mí,
con ellas por dentro.
Me eternicé.
Ellas partieron,
huyeron galopantes,
cerraron las cortinas de mi palco.
Pero yo aún siento
el sol ardiente,
todavia oigo,
la campana tocar.
Sutilmente
transpaso el cortinado,
fantasio
lo que no fué en vano
Revivo jadeante,
lo que sentí,
Y me transporto
hasta donde están,
tus manos.