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llevo mi nombre acuesta, día y noche,
con su carga pesada dolorosa,
como lleva el rosal espina y rosa,
estos huesos se quejan con reproche.
Un dolor generoso que, en derroche
se despacha, dejando esa llorosa
y desgastada vida tan borrosa,
en madrugada, tarde y medianoche.
Cuanto quisiera el cambio de Dolores,
por Margarita, Hortensia, Rosalinda,
y tener el conjunto de las flores.
Cuanto me gustaría que apellidos,
sirvieran de barrera y ganadores,
en días fríos, gris y doloridos.
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Lola Barea Barrera.