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Diciendo cuanto te quiero,
he de empezar el poema;
lo pregono al mundo entero
¡De amarte mi sangre quema!
Con tu cuerpo junto al mío,
nos amamos con fervor;
en invierno y en estío,
noche y día con amor.
De primavera y otoño,
olvidarme no podré;
en ésta vino el retoño,
que al amarte yo esperé.
Armónica Luz se llama,
la primera que nació;
y la esperaba con calma,
la segunda que llegó.
Angélica Luz le puse,
a las dos tu nombre di:
sabes que siempre te quise,
y que siempre será así.
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Compuesto por cinco cuartetos
octosílabos