Me gusta caminar por la playa dejando mis huellas en la arena,
aún a sabiendas de que por la tarde no estarán, me gusta sentir la brisa fresca del mar,
el inconfundible sonido de las olas, disfruto mucho de esos momentos a solas.
Cada vez que observo el océano me quedo asombrado de su anchura,
intrigado por sus misterios y algo curioso por todos los secretos que guarda,
pero permanece mudo sin palabras.
Me acerco y me sumerjo me dejo llevar, increíble cómo se puede flotar y olvidarse uno de todo,
y así disfrutando el tiempo se hace tan corto que escasean las horas al fin de semana
y a empacar que mañana toca trabajar.