Hace tanto tiempo que no escribo, y es porque tú no estás, es porque tú no has vuelto.
Los pensamientos y sentimientos expresados en mi escritura, ya no se reflejan en hoja sino que se volvieron ideas como un pasatiempo que además suelen ser pasajeras, suspiro y me detengo, deseo un papel y pluma a la mano para escribir y redactar la esencia de lo que interpreto, la esencia de lo que huelo, escucho y siento.
Le dedicaría una rima, o cualquier frase a cada momento de la vida, una a ti y otra a él, a él que con su amor he aprendido a volver a querer.
Pero nada a vuelto a ser igual, y con el tiempo me he hecho notar las tantas diferencias que tuvimos al amar.
No hallo como describir la sensación de explosión interna al querer plasmar tantos sentimientos y emociones encontradas, aun no he logrado calmar mis ansias por crecer y seguir avanzando, pero peor aun no he logrado tranquilizar las agua que me llevan a navegar en lo mas profundo de mis pensamientos, aquellos que forman parte de mi a diario y que son parte de mi cansancio por imaginar cosas a futuro, cosas y momentos que tal vez no se harán realidad, aunque puede que si sigo el plan llegue a la recta final.
Hoy no me detengo por ti, ni me detengo por mi, hoy sigo y crezco para vivir, para despertar día a día con ganas de luchar.
Y qué si no tengo la mejor metáfora o el mejor de los métodos, si aquellos se vuelven secundarios cuando en una hoja comparto de mi a diario.