Es la vanidad, el amor, el deseo;
El insistente recuerdo de abrazarte,
Y la fascinante sensación de tenerte; anclarme a ti.
Permanecer inerte entre tus labios y la lujuriosa suavidad del colchón.
La impotencia ante tu llanto.
La desenfrenada necesidad de tu perdón.
Cuando pienso que todo expresa, en dos palabras: \"el fin\"; de nuestra historia;
Me viro y te veo para entonces recaer al profundo recuerdo de la soledad;
Y a medida que tus brazos me acarician y desarman, tus besos desgarran a la prepotente bestia que poco se te encarna.
Tenerte es darme cuenta de la debilidad que tengo cada noche al seguir la linea que rodea tus fascinantes sueños. Y ante su curvatura los pensamientos giran, me recuestan en la luna y me preguntan:\"¿la amas?\"