Olimpia117

FRANCOTIRADOR

FRANCOTIRADOR

 

Soy muerte que llega en el diminuto espacio

que apenas existe entre respiro y respiro

Soy el chispazo lejano y el humo grisáceo,

que apunta tu nombre en un atávico papiro.

 

Soy el tache en ése antaño y extenso pergamino

escrito con la tinta extraída de tu venas

juez y verdugo que en un segundo dictamino

aplicar de un gatillazo implacables condenas.

 

Si mereces mi mirada, no mereces tu existencia

eres un condenado en camino hacia el patíbulo,

tengo a la segadora esperando con impaciencia

a que le abra la puerta de tu sangriento vestíbulo.

 

Soy la medusa mitológica, con visión petrificante

no necesitar mirarme, basta con que te encuentre

para cuando sientas el visaje de dolor electrizante

habrá terminado el viaje que empezaste en el vientre.

 

Algunas personas no debieron ver la luz del día

o al menos no errar hacia un camino tan retorcido,

yo pondré el punto final de tu violenta letanía

abriendo un boquete en tu cerebro podrido.

 

No dañarás más a otro niño inocente

ni una sola dama, anciano o jovencito,

frenaré de golpe tu ímpetu demente

con un solo disparo, preciso y exquisito.

 

Eres otro casquillo de la recámara escupido

que cae a la par de tu cadáver pesado,

otro cuerpo con un cráter recién aparecido,

un muñeco de vudú con un alfiler atravesado.

 

Se apaga la luz de tus ojos corrompidos,

lo noto desde la mira de mi fino instrumento,

apenas y se inmutan mis rítmicos latidos

al cumplir certero, mi patriótico juramento.

               

No niego que disfruto mucho de mi trabajo,

por el rito táctico y balístico que incluye,

pero nada se compara con cortar de un solo tajo

a un ente como tú, que todo lo que toca destruye.

 

Estoy soy, esto hago… para esto vivo,

éste es mi talento y mi bendita maldición,

proteger los indefensos es mi único motivo

y extinguir a los malignos mi única misión.

 

-OLIMPIA 117-