Cobijada entre tus brazos
escucho fascinada los latidos
que danzantes y alegres
amenizan nuestro encuetro.
Me parece escuchar tu voz
tan tierna y serena
seleccionando cada frase,
cada palabra, para venir aqui
y entregarme tu verdad...
Pasaron las tormentas,
juntos evocamos los episodios
de aquellos silencios
que marcaron nuestras vidas.
Una separación circunstancial,
que dejó una honda huella,
y que nos hizo comprender
el gran amor que nos tenemos.
Cuantas emociones vertidas
en lineas interminables,
cuya sensibilidad nos dió refugio
en instantes lúgubres de angustia....
Lágrimas discretas ante el mundo,
porque tenia que ocultar el sufrimiento
que martirizaba implacablemente por dentro,
al reprimir el grito apagado de mi voz.
En dulce cautiverio convertimos la ansiedad,
al transportarnos lentamente hasta aqui,
y sumergirnos en el éxtasis embriagador
del sentimiento que cada uno se profesa.
Cautivos en los recuerdos....
nos quedamos detenidos en el tiempo,
hasta que las letras hicieron el milagro
de encontrar la ruta a nuestro encuentro.
Dulce cautiverio en el que escribimos
una historia diferente..
convencidos que la distancia misma,
no volverá a separarnos jamás...
Atalayax