Melancólica la tarde
Que te ve venir;
Eres el dulce topacio
De los días pasajeros
En el lapso
De los años longevos.
Vas como una ráfaga
Cortando las delicadas hojas
Y las ves caer a tus pies.
Vidas pasajeras
Ven sus amores ir,
Tardes llenas
De dolor extinguidas
Por el fuego febril;
Un llanto triste
Por el toque de una frágil
Melodía de un viejo piano.
Ya ves como dejas
Al árbol desnudo
Y como el ocaso
Sin hora y reloj
Se despide de la vida.
Ya viene detrás de ti
El invierno gélido,
Corre tras él la primavera
Juvenil y loca de amor.
Me voy tras ellos
Cantando con ilusión
Porque es triste el tocar
De tantas canciones nostálgicas
Por el rudo sonido del viento
Que pasa por mi ventana.
Otoño, dulce otoño…