No es pecado, ¡hombre!, ser intelectual.
Se van escalando montañas en la razón
urdiendo frases de magnífico esplendor, sintiendo
el alma, a veces compungida, otras indiferente,
y expresar al mundo tu profundo y generoso sentir.
Estamos desvirtuando un concepto armonioso,
porque la ignorancia exige, caer en la barbarie.
No es pecado la reflexión crítica, ni tampoco leer
con cultura a la realidad, someterla al criterio lógico,
refutar la falsía con que el hombre ve.
No es pecado, nunca es pecado saber más, cada vez,
pues la inteligencia libera al ser y la ignorancia
la hunde más en su propia esclavitud.
Sí, es pecado la soberbia en lugar de la humildad.
El hombre, debería morir siendo un gran intelectual
Y mantener siempre viva la llama ardiente de la sencillez.
CARLOS A. BADARACCO
14/12/13
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