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Estremeces mi candor de mujer virginal,
y llego al máximo placer en tiempo invernal,
se deshoja mi rosa cubierta de pétalos rojos,
como la forma mas traviesa de tu pecho sobre mi pecho,
y es la euforia en mis labios rojos,
que desmedidamente se cruzan con tus labios de púrpura,
cuando acechas con tu cuerpo a mi cuerpo,
y las lágrimas se sujetan a un trance ya futurístico,
cuando se asoma en los ojos el dolor de la pureza,
e innata y original se enmudece mi silencio en tus labios,
cuando penetras aquí en candor virginal, ¡y yo…. sangro como la virgen!,
como la rosa llega al dedo con las espinas y con dolor llegas a cubrir la herida,
y sin mas, que el capricho exótico no llega a inhibir en la testa,
sin mas que el dolor de ser virgen en una noche de agosto,
con su angosto y maltrecho estrecho llego a ti, pura e intacta,
y se retuercen mis adentros al saber que el primero en mi vida...,
fue el numen mas inventivo de la imaginación que aflora mi edad jovial,
con las hormonas sin direccion alguna, sin complicacion ni rumbo a seguir,
sin culpas, sin miedos ni temores ni horrores de distracción menstrual,
queda mi cuerpo virgen como el principio de todo, sin nada que perdonar.
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