Caminaré hacía ti, hasta con los ojos vendados,
Y solo vería, a través de la palma de mis manos,
Y si quisiera saber como es tu rostro,
Me dejaría llevar, por el arrullo de tu corazón.
Andaré con pasos ligeros,
Y alaré con amor a mis palabras,
Para llegar hasta el lugar donde anidara,
El secreto de tus besos,
Y la pureza de tu amor.
No necesito despertar,
Ni que mis ojos nacieran en nuevo día,
Si en mis pupilas te quisiera dibujar,
Y en mi corazón,
Quisiera oír, de tus labios melodías.
Caminaré hacía ti,
Con el tibio calor que abriga tu mirada,
Y abrazando el amor que por ti naciera,
Me perderé en el silencio,
De tu abrazo, y tu quimera.
Para saber que estoy perdido,
Primero debo buscarte,
Y ofrecerte mi corazón herido,
Para jurar, el nunca dejar de amarte.