Pálida la rosa
que el viento mece...
en campos zaheridos
de jazmín y espliego...
la herida... de tu labio herido
se despeña en su silencio,
noches de invierno
y de jazmín zaherido...
en campos de viento
y de anacarada estrella...
mi alma yace abandonada
y diluída en su belleza,
y en campos de lirio herido
y en lagos de malvarosa...
mi alma muere despacio
vencida de nardo y rosa,
cáliz que el viento vierte
en campos de pensamiento...
prendido en tus heridas
mi labio yace vencido...
zaherido de lirio y beso.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.