Allá, en el confín de los tiempos
están el “ideal, la perfección,
el intelecto, la eternidad
lo inmutable y trascendente”;
fue un sabio pensamiento
de Platón, el filósofo,
el mismo que descartó los límites
a través de la razón
que todo lo puede
que todo lo persigue
aún desde la misma oscuridad.
Camina en busca del saber
la verdadera fuente del conocer
y es así como podremos entender
a la vida, siempre en busca de la verdad.
Una meta imposible pero que le dará
autenticidad a nuestro existir.
La misma vida es parte de ese camino
y la herramienta fundamental es la virtud,
instrumento radical para alcanzar la felicidad,
la misma que proclamará Aristóteles
para llegar al fin de la existencia.
Debemos dejar una huella en el
camino para ilustrar a la posteridad
con nuestros ejemplos del vivir.
CARLOS A. BADARACCO
20/07/08