Si supieras que en mi mente siempre estás y te he amado intensamente,
que si te digo sería pecado, que si te veo cada día mi alma se vuelve sensual
y te hago mía en mis pensamientos y no me arrepiento de hacerte el amor
pues soy feliz a tu lado, pero solo es un sueño, pues despierto y estoy desolado.
Sí, eres un dulce sueño y no quiero despertar, me gusta ese momento,
ese instante en el que te hago mía, en el que tú me amas y me miras
como si no existiera nadie más en el mundo, donde solo estamos tú y yo.
Un sueño en donde no se termina el amor, donde te tengo a mi lado
y me siento vivo y privilegiado, cada caricia es única y cada beso es celestial
y tenerte en mi vida es primordial, pero vuelvo a la realidad
y por ti debo luchar y en ese intento no he de fracasar.
Pero tienes miedo a este amor, tus padres te intimidan
para no verme y no quieres arriesgarte, así,
no vale nada una cara bonita, sino alguien sin miedo
a mostrar sus sentimientos, alguien que sea como la rosa
con belleza y con espinas, que luche contra ese mundo falso lleno de hipocresía.
Te quiero a mi lado, no tengas miedo, no importa el dinero,
sino un corazón palpitando, deja ese lujo vano
porque es mejor este amor apasionado, he aprendido a amarte
y me haces falta niña mía, ven conmigo que a mi lado tienes que quedarte.
No te prometo las riquezas del mundo pero si un corazón puro,
no te prometo un castillo pero si un bello refugio,
ni te daré todas las joyas del mundo pero si te mostraré sus bellezas,
por eso ven cariño que sin ti no tengo propósito,
pues fuimos creados para amarnos el uno al otro.”