No lloraré tu adiós en el camino
absurdo de un olvido precoz.
Arrancaré cada beso con suspiros
y viviré vestida de besos olvidados.
En orfandad de un amor apasionado
sin rescoldos que vuelvan a encender.
Fuiste mi verso y mi poesía cada noche
con placer en el azul de la luna nueva.
Ahora soy huérfana de tus caricias
Vivo impregnada de tu recuerdo… olvidado.
Alicia Pérez Hernández. México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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