Se reían de ti
de tu tez de sombra graciosa
de tus cabellos de noche
de tu aldeíta perdida para siempre
entre escombros y niños y muertos.
Llegaste al paraíso caucásico
envuelta en mantas de la cruz roja
solitaria como una estrella fugaz
frágil como una cucharita de cristal
triste como una lágrima.
Y se burlaban de ti
de tu verbo extranjero
tus ojos de carbón
Selma de las montañas heridas
A dónde te irás ahora?