Buenos días tristeza, se fue la negra,
la Coronela, la Rodríguez de mirada sincera,
no será igual el lugar sin su esencia, sin sus afectos,
sin el calor de su ternura, de sus abrazos…
Es tamaño el impacto por funesta crónica,
no puedo creerlo, sigo consternada,
quiero creer que Dios, de veras, la necesitaba
para comandar su nuevo cuartel de ángeles…
Cuando un sinfín de alondras anunciaba los vuelos de su partida,
y un cuartel de ángeles de agosto la esperaba con alegría,
hoy su luz que emana desde el cielo, nos encauza,
al tiempo que un mar de lamentos, inunda, poemas del alma…
se fue sin anunciarlo, como se van los seres geniales,
mientras el fogón de sus versos persiste con vital fuerza…
Con un nudo en la garganta, buenos días tristeza, se fue la negra,
partió Silvi, la poetisa de versos libres
la Coronela del Cuartel, la Negra Rodríguez,
y, en nosotros inoculado, el sentir de su añoranza...
Luna y Poesía