Tu pelo al descuido
hoy bate con su perfume
a las nubes
y tu paso de ave suave
nos deja una estela de recuerdos
que no olvido.
Tu piel sube,
el pensamiento,
tu sentir de poeta
con ese aire
que me deja percibir
que la vida te jugó una treta.
No debiste de partir
cuando en tu alma de soñadora
contabas las horas
para con tu amor volverte a sentir.
En un eco en una palabra,
en la aurora de aquel recuerdo
que se quedó impreso en tu alma,
que no te dejó jamás tranquila.
Parecías un volcancito
en medio de la calma.
Mi amiga de tantos sentimientos
que hoy los dejas caer
para que sea el viento
que se lo entregue a él.
Seguirás un camino tranquilo
en brazos de la espera,
porque cuando se ama
como lo hiciste tú,
ese amor algún día te llega.
Negrita Rodríguez
descansa tranquila
y suspira bien profundo
siempre estarás con nosotros
compartiendo la poesía,
aquella que te hacía
perderte en este mundo.