Siempre llevaba seres salvajes a mi casa.
Un halcón herido en un ala.
Otra vez fue un gato montés enorme, con una pata rota.
Pero no se puede entregar el corazón a un ser salvaje:
-cuanto más se hace, más fuertes se vuelven.
Hasta que son lo bastante fuertes para huir a los bosques.
O volar a un árbol.
Después a un árbol más alto.
Después al cielo.
Así terminaría,
si se dejara arrastrar por el amor a un ser salvaje.
“Terminaría yo mirando al cielo.\"
Su naturaleza es libre
y la libertad no tiene precio.
Es como criar cuervos
así dice:
-cría cuervos y te sacaran los ojos.
Un alacrán una vez le dijo a un sapo
que lo ayudara a cruzar el riachuelo,
a lo que el sapo contestó:
-No, de seguro que cuando te esté cargando en mi espalda,
tú me picarás.
El alacrán prometiendo que eso no lo iba hacer
porque si así lo hiciera morirían los dos,
que no iba hacer.
Entonces el sapo permitió que el alacrán
se montara en su espalda
y empezó a cruzar,
a la mitad del riachuelo el alacrán no se resistió,
apuntó la ponzoña
y lo puyó envenenandolo
y los dos estaban muriéndose,
uno ahogado y el otro envenenado,
a lo cual el sapo le dijo:
-Porque lo hiciste?
El alacrán le contestó: - Es mi naturaleza.
Así también es la naturaleza del Hombre:
-El único animal que tropieza con la misma piedra
es el Hombre.