La luna se zambulle en el río,
buscando un poco de amor,
sus aguas están heladas,
quitándole el calor.
Queda helada la luna,
no puede cantar su canción,
cuando de pronto aparecen,
los tibios rayos del sol.
Huye muy presurosa,
late fuerte su corazón,
del otro lado del mundo,
lo mira con mucho candor.
¡¡Ay lunita no dispares!!,
si quieres estar con tu amor,
¿por qué cada vez que sale,
te escondes en otro rincón?.
¿Tienes miedo de sus rayos?
¿no quieres sentir su calor?
Si se derrite tu alma,
cada vez que te alumbra el sol.
MARIA HODUNOK.