Eterna vaguedad, sueño profundo,
Éxtasis inmortal, placer divino,
Yo bebo tu esencia cual soberbio vino
Y en tus ámbitos secretos me confundo.
Ando en ti solitario y errabundo
Con coraza de acero desafío al mundo,
De tus goces terrenos, ya no imploro
Ni tus males vida, ya no lloro.
Voy sereno combatiendo al sino
Y ya no llamo al tiempo mi asesino,
el tiempo para mi es fugaz quimera
que nace y muere como flor en primavera.