Te recuerdo cuando llueve
detrás del vidrio mojado
con tu rostro sonriente
volando nubes, cielo soñado,
puedo sentir la magia que vuelve
desde algún rincón de la agonía,
puedo sentir al corazón doliente
dejar las penas colgadas en alegrías.
Y hay tantas cosas para decirte
esas que jamás nos convocaron,
símbolo en la lluvia, beso imaginado…
Entonces puedo por un instante doblar
el alma y descubrir que aún eres mía, cerrar
los ojos para no saber que todo es mentira.