Desconocía hasta tu nombre
Carmen,
ni que tenías mi primer apellido,
tantas veces mezclado
en los dos continentes
ni apenas
hasta hoy
había leído nada de tus
escritos
y sin embargo
han venido en mi busca
desde el Cielo
unas palabras
-solo estas-
una pequeña gota del cariño
que inunda hoy este rincón
de lágrimas de amigos
y un beso
ese beso que seguro
devolverás
a todos los poetas del alma
envuelto en tus mejores versos
la mejor herencia
que nos has dejado.
Gracias, amiga
Carlos