... Y en la noche, sentir las lágrimas correr, una por ti ausente y otra por mí, presente en el dolor de haberte perdido para siempre ...
syglesias
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ALMAS ENTRELAZADAS:
Amanece a la ventana, sintiendo las lágrimas correrme por el rostro apartándolas con las manos, pero al ver el lado de tu cama vacío, la tristeza invade nuevamente mis pensamientos, motivando que el sollozo ahogándome la garganta sea más grande, por la desesperación de querer gritar tu nombre al no tenerte junto a mí, al haber dormido una noche más con la soledad, la que no me habla al oído, como tampoco me ama en sus brazos...
Amanece a la ventana y algo soñoliento voy incorporándome en el cuarto a media luz, tropezando con una pata de la cama, cayendo de rodillas al piso y alzándole los brazos al cielo le imploro a Dios tu ausencia, reclamándole por tu presencia, aflorando imágenes que le causaron mucho dolor a mi corazón, es lóbrega y tormentosa sobrevivir largas horas nocturnas de silencio, por recuerdos que buscan a pesar de todo ser vividos en dos tiernos brazos...
Amanece a la ventana y despertando, con la visión aletargada en un punto fijo del horizonte, pienso ver brillar a lo lejos con los rayos del Sol tu larga cabellera de oro, dibujándose en tus rosados labios esa sonrisa de blancas perlas que siempre te caracterizó al hablarme esas palabras de amor que por tu boca extraño escuchar, mirándome cada amanecer al despertar con tus ojos glaucos, amándonos, apasionadamente, como se aman las almas entrelazadas por un mismo pensamiento.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 01092015 07:40 AM.