Le conté a Dios…
que si pudiera con palabras
decir cuánto te esperaba…
Que si pudiera olvidar,
lo dulce de tu mirar,
no tendría con que rimar
este mágico pensar…
Que si pudiera describir
tu maravilloso sonreír,
perdería la monotonía
de esta vida sin rutina
que me lleva hacia tu sonrisa…
Mientras que le rogaba,
que me dejara ser como el agua
para poder llegar así a tu alma…
Mientras que le suplicaba
que me dejara ser tu piel
para poder beber de tu dulce miel…
le conté que no sé lo que me has dado
que me tienes como tarado
en tus labios pensando…
Y aunque Dios no contestó
por lo menos me inspiro
para hacerte este verso de amor…