Alexander Vortice

TÁRTARO

Las hojas secas se contonean

entre tus cejas.

 

Alucinas y agudizas el ingenio.

Verso a verso

me clavas una estaca en el pecho

al tiempo que las imágenes

de tu último soneto gravan

su acidez en mi cerebro.

 

Hay días en los que sostienes mi karma

y no consientes que mi maldad

continúe disparando ladrillos al cielo.

 

A veces decides desgarrar mi lengua

y tengo que conversar mediante la lírica

que alguien arrojó al tártaro

de tus pies descalzos.