liborio cantillo

XXXII

He llegado hasta tu casa

Observando las persianas,

Creyendo verte en las frondas

Que llegan a tu ventana.

 

He llegado y no te he visto,

La zozobra roe mi alma,

¿Sera que ya estas dormida

o estás leyendo en la almohada?

 

2

Mis azules ilusiones,

Marchitaron en verano,

Se fueron cual golondrinas

Que en el invierno marcharon.

 

3

Oh, poeta, que bebes hiel amarga,

Y cantas las penas de tu alma,

¿Por qué para encontrar la calma,

Tus noches se hacen mas largas?

 

¿No tienes para tus lloros consuelos,

Ni en tu inspiración  anhelos?

 

¡Mis consuelos son mis versos,

Que en el corazón los llevo!