Otoño manso, yo me poseo y me inclino ante tus aguas para beber el cielo, suave fuga de árboles y abismos.
Salvatore Quasimodo
Es Octubre ...
¡Te has vestido de otoño!
usurpando al sol su otoñal aparición,
mitigando tu hambre de luz en la circunspección,
¡rogándole tiempo al tiempo!
Sin ilusiones la tarde mendiga en sollozante tiento,
acelerando tu cansino peregrinar...
despojándole el sereno a la disonante noche
sustraendo al airecillo su calmado viento.
Se siente el frío de Octubre ...
inundando el aroma de tu voz,
el blanco de la nieve va cubriendo tus cabellos.
Poco va quedando de tu fresca primavera:
hay destellos en tu otoñal mirada,
chispa crocante en tus pupilas...
revoloteando besos en tus agitadas alas.
¡De otoño te has vestido!
enfundas en tus caídas hojas ...
desgastadas melancolías
Partituras que una melodía perenniza:
el eco de tu voz y tu sosegada brisa.
Asoman a tu viril sonrisa:
praderas de flores encendidas,
desborde de místicos perfumes.
Hay vértigo en mi mirada columpiada con la tuya
el invierno esta cerca...y hace frío.
¡Te has vestido de otoño tardío!
y llueves en mi campo de retamas amarillas,
el frío de la tarde suelta su tristeza...
humedad que serpentea con sutileza.
Es otoño y te escribo
es octubre...y alumbra la luna ,
ilumina el sombrío yermo de la duna.
¡Otono de melancolía engasta!
otoño amarillento que el alma desgasta.
¡Te has vestido de temporada !
emulando el rumor de hojas secas apacentadas.
Ocaso de la agónica tarde...
reclamo del cielo con frenesí desbordante.
Tu fragancia me tienta olisquearte en la penumbra
tu piel de mar encrespado herrumbra.
Es torrente de la tarde agitando balcones,
resistiendo a los acometimientos,
de la preñada noche sin fisgones.
Algo en ti se va yendo...
el otoño va cerniendo,
quizás el final del crepúsculo ...
se viene acercando con delicado disimulo
Embates del tiempo y la cercana muerte ,
que viene en el camino señalando a prenderte.
¡Te has vestido de otoño!
el invierno esta cerca,
y yo te escribo...
Flor Oliva_Autora